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lunes, 13 de diciembre de 2010

AGROPATRIA DEBE SER UNA EMPRESA DE MODELO SOCIALISTA EN EL CONTEXTO DE LA REVOLUCION BOLIVARIANA

El Decreto Presidencial de expropiación, llámese nacionalización, de La Empresa Capitalista Agroisleña ha dado mucho quehacer entre las filas del Gobierno Revolucionario y por supuesto entre los defensores del Capitalismo Salvaje y sus canales mediáticos nacionales e internacionales.
Es tal la alharaca que pareciese les hubiésemos quitado un órgano vital acelerador de la desaparición del modelo agrícola de la muerte, y nos es nada incierto porque se está hurgando el monstruo por dentro, donde tiene firme sus raíces y sus músculos están bien fortalecidos. Esa empresa es parte de un modelo que ha hecho mucho daño a la población Venezolana y a la naturaleza sustentadora de la alimentación del pueblo. Sistematizar con cifras y acciones las repercusiones de los daños al ambiente ocasionados por el vertido de millones de litros de venenos durante más de 50 años de expendio y distribución de los mismos, no tiene parangón ante los efectos generados en los cuerpos de cientos de miles de campesinos y campesinas contaminados e intoxicados, unos fallecidos y otros anclados a un tratamiento paliativo o viviendo una calidad de vida poco deseable para una persona con derecho a vivir feliz. Valorar los rendimientos agrícolas, sus costos y la oferta de dichos rubros a la población sin tomar en cuenta los impactos generados con secuelas de diversa índole e irreversibles, además de la implantación de un modelo agrícola contaminador, malbaratador de energía y ultradependiente de insumos agroindustriales producidos en el extranjero a través de corporaciones oligopólicas, representantes del mayor de los imperios en asociación con sus mutualistas del capital internacional globalizador de logros y penurias, tampoco es meritorio.
El Capitalismo con sus crisis sistémicas nos alerta de lo inhumano que pueden ser sus medidas planificadas y ejecutadas para salvar la esencia explotadora y rentista que le brinda el mercado. En más de una oportunidad hemos visto las maniobras y argumentos falásicos implementados sobre la crisis energética, la financiera o la de producción, cuando se atrevieron a invadir a Irak calumniándolo con la tenencia de armas nucleares o de devastación masiva, inyectando miles de millones de dólares a la Banca usurera en bancarrota o bien promoviendo el pánico mundial ante la presencia de Pandemias oportunas que nivelaron la balanza de pagos y el valor de las acciones de corporaciones farmacéuticas igualmente en crisis y ligadas estrechamente a personeros del alto gobierno Norteamericano.
En esta oportunidad La Revolución Bolivariana ha tocado un músculo fuerte del capitalismo, hemos osado en cambiar el estatus de una empresa pionera de sus haberes de fortuna, la misma que tiraniza en el campo con una mal llamada revolución verde, atando de manos a los agricultores y agricultoras a seguir los cánones de un sistema de producción rentista, donde los factores de producción sirven de base para enriquecer aun más al dueño de la tecnología y de los medios de producción e insumos utilizados en el modelo.
Al pasar a manos del Estado los bienes, los insumos, equipos e infraestructuras de la Empresa nacionalizada, estamos asumiendo la gran responsabilidad de lograr un viraje en su funcionamiento operativo, por un lado en la imagen corporativa de la misma, por otro en la atención esmerada a los usuarios de sus servicios y demandantes de sus insumos, llegando incluso a mitigar los impactos ambientales derivados del uso de venenos, químicos agrícolas y equipos e implementos de laboreo agrícola. La distribución oportuna y a precios razonablemente justos de los haberes de Agropatria deben estar imbuidos de una visión socialista, donde el carácter dominante del modelo capitalista debe ser extirpado como una célula maligna para que no reproduzca su esencia ni renazca la posibilidad de cohabitar sobre el nuevo modelo. En este sentido los y las revolucionarias tenemos la responsabilidad de pensar, discutir y proponer ideas y planteamientos encuadrados en el fortalecimiento del socialismo agrario, entendiendo que el único camino es el desarrollo endógeno enmarcado en la agro-ecología como ciencia de la agricultura de la vida. Este modelo ambientalmente sustentado tiene sus bases en el reconocimiento y rescate de los saberes populares y ancestrales sobre la producción de alimentos sanos, también refleja un profundo respeto de los elementos bio-diversos de la naturaleza, sus interacciones y flujos energéticos en los ecosistemas Venezolanos, además de orientar la actividad antrópica con un nivel de organización desde la base, estructurada socialmente con consejos comunales y comunas en construcción. Anteponiendo estas premisas podemos acopiar todas las propuestas presentadas y articularlas de modo que contribuyan a solventar situaciones coyunturales y perfilar la Empresa Socialista exigida después de la nacionalización. No se trata de injertar un modelo sobre otro, tampoco de copiar lo “bueno” del capitalismo e implantarlo a la gestión socialista y mucho menos desarrollar prácticas operativas que hagan renacer la Agroisleña desaparecida. Se trata de crear una Agropatria cónsona con la Revolución Bolivariana y liderando la distribución planificada de insumos, equipos e implementos requeridos para lograr soberanía e independencia agroalimentaria.
Sobre el personal de Agropatria, los vecinos de la planta principal y sus sucursales:
1.- Todas las personas que laboran para la empresa en forma directa o tercerizados, deben pasar por una evaluación médica y un examen de diagnóstico clínico de despistaje de Colinesteraza. Los positivos serán evaluados más concienciudamente para descartar afecciones derivadas de procesos patológicos ocasionados por el contacto con venenos y químicos sintéticos.
2.- Igualmente serán censados de acuerdo a sus hoja de vida, destacando el nivel de instrucción, condición socio-económica de su familia, nivel de conciencia sobre su trabajo y el impacto ambiental de los venenos que distribuye la empresa, compromiso para superar su condición social alcanzada y claridad para trascender como fuerza laboral del sector agrícola de la República Bolivariana de Venezuela.
3.-Se debe implantar un sistema de concienciación sobre ambiente y condiciones de trabajo que permita un horizonte de organización laboral seguro y acorde con los niveles de riesgo que maneja la empresa.
4.-Cada núcleo de trabajo, donde se almacenen tóxicos, debe tener los niveles de seguridad industrial que establecen las leyes y valorar la posibilidad de dar seguridad a las personas vecinas de dichos establecimientos, (censo vecinal)
5.-Los Consejos de Trabajadores deben tener prioridad en el surgimiento de la organización laboral, con miras a constituir una gran red de consejos entre todas las sucursales de Agropatria.

Sobre la disponibilidad, distribución, intercambio y comercio socialista de los insumos agrícolas, equipos, implementos y semillas así como las asesorías y acompañamientos socio-productivos.
1.-Resulta primordial el conocimiento del inventario real de Agropatria y clasificar sus haberes destacando la carga de venenos contenidos en sus depósitos o en las empresa filiales, campos de experimentación o asociación con terceros en actividades de siembra.
2.- La clasificación de los venenos debe destacar la presencia de presentaciones prohibidas por leyes internacionales y nacionales, además de proceder a su desincorporación de acuerdo a los protocolos de seguridad de disposición final de dichos productos. Este procedimiento debe generar costos, lo cual debe ser descontado del valor de tasación de la empresa a nacionalizar
3.-La distribución, intercambio o venta simple de Venenos permisados debe estar amparada con un protocolo de seguridad agrícola donde conste el área de aplicación, cantidad, dosis, medidas preventivas y colaterales, fecha de aplicación, principio activo, medidas terapéuticas en caso de intoxicación y el compromiso de retornar el embase en cualquier presentación adquirida. Esta medida se mantendrá en vigencia hasta tanto la agricultura convencional sea desplazada por la agricultura socialista libre de venenos.
4.-Los precios de los venenos a expender estarán acordes a sus costos de adquisición y un margen de diferencia que se corresponda a una tasa de mitigación ambiental, cargo por gastos administrativos, acarreo, almacenamiento y un seguro de riesgos ambientales y personales, derivado de accidentes ocasionados por su uso. (Es necesario comentar que aun cargando estos ítems, el valor de los mismos será más económico que los colocados por la empresa capitalista.)
5.- El área de depósito y expendio de venenos debe tener avisos claros y determinantes de los riesgos y peligros que encierran los productos.
6.-En cada núcleo de Agropatria debe existir un anaquel de primeros auxilios con medicamentos y antídotos de los venenos autorizados para su expendio. Además de un plan de contingencia con conexión con el centro de salud en referencia más cercano y que tenga especialista en toxicología.
7.-Los núcleos de Agropatria deben ser monitoreados con frecuencia ante la presencia de vapores tóxicos y o derrames accidentales, para lograr un máximo de seguridad en sus almacenes y sitios de expendio.
8.- El registro de Agricultores y Agricultoras adquirientes de venenos, será de estricto cumplimiento por Agropatria, prohibiéndose su entrega a menores de edad o mujeres gestantes.
9.-Las normas de uso del veneno serán de estricto cumplimiento por parte del agricultor o agricultora y por el técnico asesor o acompañante del proceso productivo. Su incumplimiento acarreará penas, multas o proscripción para adquirir nuevos envases con venenos de acuerdo a su necesidad tecnológica.
10.- Agropatria implementará en lo inmediato la adquisición y distribución de suficiente insumo biológico para su aplicación en las siembras financiadas por la Revolución Bolivariana con sus entes encargados en el sector agrícola. (Abonos naturales, Bio-repelentes, Bio-controladores, suplementos agrícolas, trampas biológicas, sustancias o principios químicos autorizados por ley, cebos y otros elementos de importancia agrícola.)
11.-El agro socialismo impone implementar mecanismos facilitadores de la adquisición de insumos agrícolas, o bien estimular su preparación en los diferentes ecosistemas donde se realizan las labores de siembra. De una u otra manera Agropatria debe insertar entre sus mecanismos de operación en un mercado no rentista y suplidor de necesidades puntuales, alternativas novedosas, justas y equitativas para dar la oportunidad a la gente del campo de adquirir sus insumos necesarios para la siembra. En esta ocasión El Comandante Presidente orientó un sistema de adquisición de bienes y servicios a través de la creación de La Cédula del Buen Vivir y coyunturalmente Agropatria debe expender, intercambiar y distribuir insumos, equipos e implementos agrícolas, lo cual la coloca en un sitial preponderante para aplicar la Cédula con una versión del Buen Agricult@r. De esta manera la adquisición se hará a través de una intermediación de la Banca oficial, la cual tiene la disponibilidad financiera de la persona beneficiaria porque maneja su cartera crediticia, sus ahorros o su cuenta corriente. El mecanismo parece desburocratizar los procederes de los organismos financiadores y en ese sentido el buen agricultor dispondrá del monto de su crédito con líneas de adquisición a través de La Cédula del Buen Agricult@r. Transferencias, descuentos, cargos, intereses, tasas, impuestos cuando los hubiere, podrán ser tramitadas a través del sistema a implementar, el cual requerirá de mecanismos idóneos para neutralizar el fraude, hurto o robo de la cédula.
El sistema de ahorro, compras, inversiones, intercambios, registros y reportes financieros del sector agrícola, vinculado a la Cédula del Buen Agricult@r estará amparado con la solidez de la Banca oficial y se plantea para iniciar su operación, la sectorización del financiamiento con los créditos Agroecológicos contemplados en Conucos, Unidades Agroecológicas, Cultivos con Practicas Alternativas, Agroforestería y agricultura familiar o patios productivos. También incluye proyectos especiales con Unidades de Producción Agroecológicas como Empresas Socialistas, además de precisar la factibilidad de abrir opciones particulares de ahorristas o clientes de la Banca Pública, que tengan oficios o actividades comerciales vinculadas con el circuito agroecológico, ya sea como profesionales independientes o prestadores de servicios en transporte, labores técnicas, proveedores de insumos variados, grupos ecologistas o ambientalistas que manifiesten su voluntad de pertenecer a la familia del Buen Agricult@r. Al estabilizarse la implementación de la propuesta podría ampliarse a todo el sector agrícola, independientemente de la actividad que desarrolle la persona, logrando captar la mayor cantidad de ciudadanos y ciudadanas al plan establecido.
Sin querer cubrir todos los entretelones que infieren el funcionamiento de Agropatria, se estima conveniente darle un sacudón a la fuerza de la costumbre de su operatividad y en esta medida lograr avanzar en la construcción de una gestión socialista para una empresa de distribución e intercambio de insumos agrícolas. En tal sentido Agropatria debe establecer vínculos indisolubles con Agricultor@s proveedores de insumos agroecológicos, o bien promover el establecimiento de otras Empresas Socialistas que produzcan agroinsumos y puedan incorporarse en el haber de Agropatria.
Material Elaborado por El Ambientalista
Antonio Rumbos (Marayuniwa)
C.I. 3.857.410
Telef.: 0416-3586694 y 0426-5164224
Rumboambiental@gmail.com
Amazonas 19/10/2.010

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