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domingo, 9 de octubre de 2011

LA ECOLOGíA COMO COMPONENTE FUNDAMENTAL DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI (SSXXI)


EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI aunque plantea un cambio en lo político y en lo educativo, su base apunta como proceso revolucionario, directamente a la urgente transformación de la equivocada estructura de funcionamiento del actual modelo de desarrollo económico imperial, demostrando cual ha sido la causa de la enorme crisis social venezolana y una verdadera amenaza al bienestar de las futuras generaciones de venezolanos.

La simple lógica del nuevo socialismo, nos aclara que no se puede resolver los grandes problemas sociales del país, dentro de la obsoleta estructura económica que los ha originado y soportado.

Históricamente en el mundo, no fue sino hasta el acontecimiento de la revolución industrial, que la gran mayoría de la humanidad vivía la experiencia de que la producción de casi todos los alimentos, bienes y servicios era consumida por los propios productores, sus familias o una pequeña elite que recogía los excedentes de su propio uso.

Hasta ese decisivo momento la actividad más importante que había sostenido y desarrollado a toda la humanidad desde los inicios mismos de la civilización era la agricultura. Existiendo dos sectores; uno A que producía para su uso directo y otro B que producía para el comercio o el intercambio. El primero fue hasta ese momento el sector mayoritario.

Todo eso cambió radicalmente con la avalancha de inventos-prácticos y su utilización en lo que sería los inicios de toda una civilización industrial. Pero lo que estaba comenzando era todo un modelo social que afectaría todos los aspectos de la vida diaria y definitivamente representaba una nueva relación con la dinámica que soporta la propia Vida sobre el planeta.

La nueva tecnología industrialista posibilitaba un nuevo sistema de energía, obteniéndola del carbón, el gas o el petróleo es decir de combustibles fósiles irremplazables; así aparecieron los primeros esclavos mecánicos con la invención del motor de combustión interna y se abrió las puertas a la producción masiva en serie.

Es preciso recordar, simplemente el cambio acaecido tras la invención por Newcomen de una maquina de vapor susceptible de explotación apenas en 1712, pues significaba que por primera vez, una civilización humana empezaba a consumir el “capital” de la Naturaleza, en vez de limitarse a vivir del interés que producía. Esta fase de la humanidad es el Industrialismo, donde aparecen los esclavos mecánicos, movidos por combustibles fósiles, donde sobresalía el motor de combustión interna, que aumentaba la capacidad de transformar los recursos de la naturaleza y producir cada vez más y a mayor velocidad los bienes.

La producción o PROSUMO, se incrementó de tal manera que era totalmente superior al CONSUMO local, además se concentró a ciertos productos, reduciendo la diversidad y amplitud de alimentos, bienes y servicios que antes se producían en la localidad.

Esta civilización industrial hizo desaparecer virtualmente por completo los bienes producidos para el propio consumo, creando un tipo de civilización en la que casi nadie, ni siquiera el granjero era autosuficiente y todo el mundo pasó a ser dependiente de los alimentos, bienes y servicios producidos por otro y en otra parte del mundo. Mejor dicho la actividad de producción que es el prosumo y la actividad de consumir que es el consumo, se fueron distanciando cada vez más, hasta crear en algunas regiones del mundo un verdadero abismo entre ellas, este espacio fue llenado por otra actividad: el mercado, de esta manera la economía se mercatizó para dar paso a la economía de mercado, que impulso el papel del dinero y el origen del poder real que generaba su continua inversión, en la dinámica de crecimiento de la fuerzas productivas, que se llamó el CAPITALISMO.

De esta manera surgió la civilización más calculadora, comercializada, codiciosa y metalizada de la historia, pues ya todo el mundo dependía del mercado, más que de sus propias capacidades productivas, para satisfacer las necesidades de la vida.

Podemos concluir que la expansión para la humanidad de la obsesiva preocupación por el dinero, los bienes y las cosas es un reflejo del industrialismo como modelo civilizatorio.

La nueva perspectiva del SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Primeramente es necesario analizar el termino ECONOMÍA; ECO proviene de griego “oikos” que significa “casa” (la misma raíz de ecología) y nomía que literalmente es “administración”: “la administración de la casa” esta casa puede ser lo relativo a un espacio definido como una región, un país o la casa mayor que es el planeta.

eco-nomía (la administración de la casa)

eco-logía (el estudio de la casa)


No se puede administrar algo que no se conoce

Esto significa que la verdadera economía sugiere; la sabia administración de ese espacio definido, con todo lo que posee y que tiene como ámbito; nuestro propio espacio territorial nacional, la administración interna de nuestra “casa”.

Aquí aparece el DESARROLLO ENDÓGENO en Venezuela, al orientar a la verdadera práctica del sentido de la Economía.

El SSXXI define en su componente económico, responsabilidades y oportunidades en nuestro espacio con respecto a sus recursos y potencialidades, considerando su adecuado uso, tanto para crear un genuino bienestar para su población actual, como hacia las generaciones futuras.

El desarrollo endógeno, hacia adentro, no es otra cosa que descubrir nuestras genuinas capacidades productivas y en recursos, dentro de nuestro territorio para poder construir un proceso económico que logre un permanente bienestar a los venezolanos, basándose entonces en la autogestión, el autoabastecimiento y la autosuficiencia.

El verdadero reto del SSXXI se inicia lógicamente en nuestra propia casa, considerando el verdadero bienestar de los venezolanos, a partir de nuestras propias capacidades internas para generarlo; solo así se garantiza al mismo tiempo la independencia económica.

La verdadera ECONOMÍA SOCIALISTA DEL SIGLO XXI y su renovado Modelo tiene una intima relación con lo ECOLÓGICO, atendiendo al hecho que la humanidad ahora reconoce a través de numerosas y profundas investigaciones científicas, aunado al desarrollo de una conciencia planetaria, la existencia de un ORDEN NATURAL que origina, rige y mantiene la VIDA. Es evidente que el genuino bienestar para Venezuela solo se garantiza en un modelo socialista, que en el presente siglo XXI, se inspira tanto en la justicia social como en el compromiso por proteger y respetar un Orden Natural, que nos permita disponer en armonía de todos los elementos fundamentales como el agua, la energía y los alimentos, que se requieren tanto en el presente como hacia el futuro para mantener el “Buen Vivir” de nuestro PUEBLO.

Pero la amenaza está latente en la enorme destrucción ecológica que nos rodea a lo largo y extenso del territorio nacional. Sin embargo, el comandante Chávez en su Aló Presidente N#257 del 4/6/2006, determina quién es el culpable: “El capitalismo es un modelo que destroza la Vida. El capitalismo destroza tanto a la Naturaleza como al hombre que es parte de la Naturaleza” por eso la única alternativa por el cual nuestro gobierno revolucionario se esfuerza, es por alcanzar el Socialismo del siglo XXI con el presidente Comandante al frente que expresa claramente que “No puede haber desarrollo Socialista sin concepto ecológico”, Hugo Chávez, Coro, Febrero 2009, ya que el “El Socialismo busca recuperar el equilibrio en el planeta, pues el capitalismo amenaza con acabar el mundo”, Hugo Chávez, Caracas Junio 2006.

“El socialismo busca satisfacer las necesidades básicas de la sociedad sin llegar a atentar contra el delicado equilibrio de la Naturaleza que garantiza la Vida. El nuevo socialismo no debe repetir los errores del pasado como subordinar al ser humano y a la Naturaleza al desarrollo ilimitado de la gran Industria y aboga por sistemas productivos alternativos que respeten la Madre Naturaleza, que es la fuente de toda la Vida” Hugo Chávez, Caracas 2007

Esta conciencia planetaria obliga a que esta misma humanidad actúe como administradora, sabia y responsable, es decir: hacia la instauración de una economía con el más alto nivel de responsabilidad.

Es evidente que el desarrollo tecnológico y científico a través del industrialismo, le ha dado recientemente a esta humanidad, una total supremacía sobre las demás especies vivas del planeta. Esto ha aumentado la terrible perspectiva antropocéntrica que ha dominado la historia, colocando al hombre como el centro total de atención y el dueño de toda la naturaleza para sentirse con derecho a explotarla y usarla a su antojo, sin ningún respeto. Ya en el siglo XVII el filósofo ingles John Locke afirmaba que “un ser humano tenía derecho a alterar los dones de la naturaleza, mediante su trabajo y hacerlos productivos, por consiguiente tenía derecho a su propiedad y disponer de ella como quisiera”. Esta actitud que ha traído LA PROPIEDAD PRIVADA y la enorme capacidad de explotación tanto de hombres como naturaleza del INDUSTRIALISMO precisamente surge en Inglaterra como cuna del Capitalismo. Esta etapa histórica de la civilización, solo ha colocado a los humanos, como la única especie que de manera significativa amenaza a la Vida total en el planeta Tierra.

Mientras la visión de Marx, destacaba la relación hombre-hombre y hombre-técnica para determinar los modos de producción, la renovada economía del SSXXI le da un vuelco total a la pésima e irresponsable relación que se ha tenido con el ORDEN NATURAL a través de la implantación del industrialismo, descubriendo que también la humanidad forma parte de ese Orden y alertando las terribles consecuencias que se derivan de la explotación de los seres humanos sobre la naturaleza, derivando incluso terribles consecuencias sobre los mismos humanos de las generaciones futuras.

“Todo lo que ocurra a la Tierra, le ocurrirá a los hijos de la Tierra. El hombre no tejió la trama de la Vida, Él es solo un hilo, lo que hace con la trama se lo hace a si mismo”. Esto fue expresado simplemente por un indio.

La nueva economía del SSXXI que se plantea para Venezuela, debe caracterizarse por respetar precisamente el ORDEN NATURAL a lo largo y extenso de nuestro territorio y debe estar diseñado a la escala humana para conciliar los principios fundamentales de equidad, justicia social y solidaridad humana. Hay que estar pendiente de no caer en nuestra experiencia venezolana en una valoración alta del modelo desarrollista de explotación de la Naturaleza para obtener dividendos con que “supuestamente” resolveríamos la pobreza y el malestar social.

Se trata de alcanzar con esta nueva economía del SSXXI, dos tipos de relación: una relación digna, justa, de convivencia, de cooperación y de verdadera hermandad entre los venezolanos, para superar la injusticia base del clasismo social e impulsar los valores de la “comunidad” entre los Venezolanos, pero con una relación de profunda armonía y respeto por el ORDEN NATURAL en su territorio.

Mientras la Ecología puede conducir a los venezolanos a descubrir con profundidad el sorprendente Orden Natural que se manifiesta en nuestro territorio, la nueva Economía se presenta como la más ineludible misión de los venezolanos, en el deber de administrar sabiamente y con gran responsabilidad, todas las condiciones de que dispone el Orden Natural, para lograr su mas importante manifestación; que en esencia constituye esa maravillosa trama que representa la propia Vida.

Diputado Asamblea Nacional Ecologista Leobardo Acurero
Coordinador del FRENTE ECOLOGICO DEL PSUV
0416-5019455 // 04147447932
frenteecologicopsuvlara@gmail.com

UNIDOS POR LA VIDA

FRENTE ECOLOGICO PSUV

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